En Un Dia Como Hoy

2 de agosto

2 de agosto, 1986-Peter Cetera comenzó una temporada de dos semanas en el No.1 del conteo pop de EEUU con el tema de la película 'Karate Kid II', 'The Glory Of Love', el que también llegó al No. 3 en Inglaterra.

Sigueme

La Foto Diaria

Las Nuevas Diosas de Horus

Las Nuevas Diosas de Horus (Honduran Gothic Metal)

Frase de la Semana

Rockhouse, el mejor bar rockero de Honduras, localizado en la ciudad de San Pedro Sula.

BREVE RECORRIDO POR LOS CAMINOS DEL ROCK HONDUREÑO

He tenido la percepción de que una parte del público hondureño, especialmente el más joven; cree que el rock nacional se comenzó a gestar en la década de los 80s.

Naturalmente, esto responde a que hace unas pocas décadas atrás; los medios de comunicación eran ariscos o desconfiados con el género hecho en casa; a pesar de la calidad que ha demostrado desde siempre.



Victor Donaire, Tony Sierra y Alberto Valladares del grupo de rock Speed en los 60s.

No les importaba, paradógicamente; que ya se hiciera música rock original; algo que a ellos como medios, tenía que interesarles.

Esto por ende, ha repercutido en la andanada de desinformación que existe en la opinión pública hondureña actual.

Lo más paradógico inclusive; es que buena parte del rock inédito inicial de las primeras cosechas, se cultivó en la zona norte de Honduras.



Los Speed y los Jets, bandas pioneras del rock hondureño; se fusionaron para evento especial en teatro José Francisco Saybe en el 2013.

En los 60s, se hizo un poco de rock original de parte de los grupos capitalinos Los Desafinados,  los Jets y los Speed y en la costa norte, el revolucionario Jorge Berlíoz del grupo H que si logró grabar un disco sencillo; pero el resto no fue para nada difundido, documentado, apoyado o demás.; y prácticamente es como si no hubiese existido.

Pero ya en los 70s; los grupos de rock comienzan a avanzar más en hacer sus propias canciones; aquellos que se resistían a tocar rock imitado del exterior.

Sus propuestas eran interesantes y auténticas;  pero pasaron desapercibidas más allá de los conciertos en gran parte; porque en esa época, los productores musicales eran casi inexistentes, y por ende las oportunidades de grabar con facilidad y comodidad en el país, eran limitadisímas.



Myrna María Barahona con los Speed y el célebre batero (invitado), Herberth Ríos en evento “Orgullo de lo Nuestro”.

Por eso la mayoría de ese material se perdió.

Algunos nombres que se me vienen a la cabeza son Pipa de Agua, Lluvia comandado por el excepcional guitarrista ceibeño, Mario Palencia,  nuevamente el Grupo H de San Pedro Sula, Pastel de Maíz, el que también grabó dos canciones y Magelas Rock que en este 2013 a pesar de que ya no están activos; festejaron en Tegucigalpa, 41 años de fundación.



Magelas Rock, en el 2013 celebró sus 41 años, a pesar de que se deshicieron hace unos pocos años atrás.

Magelas Rock tiene grabadas varias canciones propias: pero estas han tenido poquisíma difusión en la radi, ya que son contadas las personas que tienen copias de dichos demos.

En los 80s; las cosas se revitalizaron; y se pudo establecer una propuesta rockeral genuina y con más forma y versatilidad, así como un circuito de rock nacional y un cuerpo de músicos conscientes y capaces, que en parte; protestaban por la ocupación militar estadounidense en Centroamérica y por la corrupción política.



Mario Palencia, grandioso guitarrista del grupo Lluvia en los 70s.

Habían grupos de proclama y de protesta influyentes, que se movían en escuelas y universidades de varias ciudades, y hasta en teatros y peñas.

En San Pedro Sula recordamos a H20, el que grabó una memorable canción llamada “El Hijo del Bolo Paz”; la que se burlaba del ex Jefe de Estado de Honduras, Policarpo Paz García; a la banda de metal Khaos, que pasan a la historia como la primera banda de rock hondureña que grabó un disco completo de música original, a El Pop con su repertorio de rock alternativo elaborado por el inclaudicable Hunty Gabbe, y Apocalipsis y en La Ceiba, a Pan y Hambre, que luego se estableció en Tegucigalpa.

En Tegucigalpa, habían más bandas; algunas preferían hacer su propia música como Requiem, Orion, Magelas Rock, Laberinto y Fantasía; y otras como Gatos Callejeros y Magelas Rock, le daban máxima prioridad a los “covers”; y de ambos, solo Magelas compuso temas propios.

Y estaban los míticos Diablos Negros que tienen 33 años de existencia, aunque solo queda uno de sus músicos originales (el bajista Emilio Alvarez Quioto), Europa y Terciopelo Negro; los que unos más que otros; se tomaron su tiempo para establecer sus canciones originales en el gusto de las audiencias que los seguían.



Diablos Negros en foto de 1993, una de las dos bandas de rock más importantes de Honduras.

Lo bueno es que cuando Diablos Negros se decidió a despegar allá por 1987; lo hizo con la canción “Centroamérica” que aborda el tema pro soberanía de esos tiempos de “Guerra Fría”.

La letra se las cedió Alex Palencia, líder y guitarrista de Pan y Hambre.



Pan y Hambre en los 80s marcó el rock protesta en Honduras con gran talento.

No obstante, esto no los tornó en un grupo de rock políticamente correcto, porque el resto de sus canciones fueron sobre temas más triviales o románticos.

Sin embargo, fueron los Diablos Negros los que llevaron las giras de rock nacional a un nivel más elaborado, más de espectáculo.

Los grupos que si llevaban el emblema sociopolítico marcado; participaban en mitins de sindicatos, en eventos de frentes políticos en centros estudiantiles; ya que era un movimiento de rock con sentido, sin maquillaje, y con un objetivo sensato y patriótico.



La banda de rock progresiva Requiem sigue vigente y es la número uno en arreglos musicales complejos.

En esta década, se dieron fusiones llamativas en el rock; Pan y Hambre combinaba el rock pesado con música folklórica sudamericana, otros combinaban rock con pop y blues (El Pop), y otros andaban en la onda progresiva con toques sudamericanos, como Requiem.

Una característica importante del rock hondureño en los 80s, es que los grupos no estaban tan alienados de los programas de radio, los que por tradición, le vendían al auditorio; estereotipos de música que distribuyen las trasnacionales disqueras.



El Pop, en foto de inicios de los 90s; es un ícono del rock centroamericano desde los 80s.

Aunque los espacios en programas de radios también eran limitados; pero eran más tangibles que en los 70s.

Los conductores de programas de rock en Tegucigalpa, San Pedro Sula y La Ceiba; le daban cabida a los grupos nacionales en la medida que se los permitían; con entrevistas y con las pocas grabaciones que circulaban, ya fueran profesionales o caseras.



El grupo Europa siempre fue una banda de fiesta y llenaban todos sus shows.

La programación regular no daba este respaldo, pero si los programas de rock.

El caso excepcional es Khaos; el que cuando se lanzó su LP “Forjado en Rocka” en 1985; sonaba en muchas emisoras de San Pedro Sula, incluida Radio Eco (noticiosa).



El grupo de metal ochentero Khaos, el primer grupo de rock catracho que grabó un disco completo.

Y es el único grupo de rock nacional que haló por su carisma y talento a una cantidad de gente tal, que llenó en buena parte, un estadio de futbol en su natal San Pedro Sula y que además, grabó un dinámico video para su mayor éxito “ Roleando” bajo la dirección de Manolo Miranda, el cual les quedó bastante bien y original para las limitaciones de esos años en Honduras.

En Los 90s se da el “boom” del rock hondureño, y lo lidera con propiedad; la banda de metal capitalina Delirium Tremens, que no tardó casi nada en componer su propio material, y ha sido uno de los grupos más consistentes en la producción musical.



Delirium Tremens, la banda de metal más popular de Honduras; con su espléndido lineamiento de mediados de los 90s.

Tanto el rock alternativo, con todas sus denominaciones; como el metal con diversos sub géneros, asi como el rock pesado tradicional; levantaron la cabeza en esta década; que si le sonrió al movimiento de diversas maneras.

Comienza la invasión de las nuevas bandas; de las cuales; muchas de las cuales han desaparecido y otras más siguen con pie derecho, otras esporádicamente.

Casos prominentes son los de Orins (aunque se fundó en 1989), Le Fou, Ecos de Dioses, Trauma, Sueño Digviana, Triángulo de Eva, La Utopía ( de Diego Navas), Blasfemia, Puntos Suspensivos, Unión Rock, Holocausto, G.O.D., Fusión, Azul Revolver, entre otras.



Orins, respetadisímos metaleros desde 1989; se reformaron en el 2010..

Los grupos empiezan a grabar con más frecuencia y precisión, y a partir de 1993; la radio nacional empieza el apoyo lento, pero evidente del rock local.

Los conciertos inician una evidente proliferación en locales nocturnos o en cualquier lugar espacioso bajo techo o al aire libre; que aceptara recibir a los inquietos músicos o aspirantes a serlo.

Los grupos más “veteranos” siguen consolidando su trayectoria con sus primeros discos y con una presencia más determinante en los escenarios.



Le Fou, la banda de funk alternativo que tuvo a la primera cantante que grabó una canción de rock.

Algunos programas televisivos como “Medianoche” de Canal 5 de Omar Mendoza y Especialmente para Jóvenes de Telecadena 7 y 4; le dan espacios a las bandas de rock para que toquen; lo cual resulta novedoso y llamativo.

Se cementa una plataforma, que sin tener una industria disquera a su disposición; por lo menos, hizo que el rock se comenzara a ver finalmente, como una parte de la cultura hondureña.



Triángulo de Eva, popular banda de rock pop psicodélico que impuso un estilo propio y tuvo muchisímos fans.

El Nuevo Milenio marca la “era de lujo” del rock nacional, con una ya respetable cantidad de bandas de todos los géneros y colores, y una prolífica cosecha de discos, o al menos de demos; que se suenan en programas especializados de rock más que nada, y en programación normal de algunas emisoras con un poco de suerte o de influencia.

Asimismo, los videos hacen una entrada más fuerte; y el mercadeo de la imagen, por momentos; parece ser el punto de partida para dar a conocer a algunos grupos de rock.



Trauma, la primera banda de thrash metal hondureña; luego se fusionó a Xendra con algunos de los miembros originales.

Pero los mismos, ayudan a que las bandas tengan mayor presencia en programas televisivos de cobertura local o nacional.

Delirium,  que se recorta el nombre a la mitad de los 90s; marca un hito con el primer disco en vivo de rock hondureño; Diablos Negros se cambia el nombre a ADN para retomarlo en el 2010; y se torna en la banda mejor patrocinada comercialmente de nuestra historia; y surgen excelentes prospectos como Khaoticos, Ytterbium, Horus, Vendetta, Antivirus, Altar Q, Profecía, Dream Warrior, entre otros.



Khaoticos es la banda de rock pop de Max Urso, histórico miembro de Khaos.

La escena del metal subterráneo ha tenido un saludable crecimiento; siendo un ambiente semi desconocido para la mayor parte del público; pero que se mantiene al pie del cañón por sus legiones de fieles adeptos.

Una característica de esta escena; es que en los 90s; algunos de estos grupos como Trauma y Necrofilia salieron a tocar a un país vecino , Horkhomostropus fue a dos lo mismo que Blasfemia; pero estos últimos, lideran esta tendencia;  ya por seguir vigentes; en el Nuevo Milenio, abarcan los seis países del istmo.



Blasfemia, de las primeras bandas de death metal, con 20 años de carrera ininterrumpida.

Los tópicos del rock varían; pero es notable el interés adoptado por muchos grupos; por aquellos temas de matiz social, psicológico, sociológico y hasta mitológico.

En el Nuevo Milenio también tomaron lugar dos acontecimientos muy importantes para el rock catracho organizados por el talentoso músico sampedrano, Hunty Gabbe de la longeva banda de rock El Pop, el que en conjunto con la Alianza Francesa de dicha ciudad; montó “40 Años de Rock en Honduras” en diciembre del 2001 y lo repitió al año siguiente.



Nota de prensa de evento Honduras en el Rock de Hunty Gabbe.

El cónclave contó con exposiciones fotográficas y memorabilia rockera hondureña, mesas redondas con temas especializados en las que participaron conocedores del campo, y presentaciones en vivo de una gran variedad de estilos de rock, que incluyó el show de cuatro ex miembros de los Speed, una de las primeras bandas de rock nacionales (Tony Sierra, Victor Donaire, Alberto Valladares y Quico Chavarría.)

En producción audiovisual, se saca en el 2007 el documental “Honduras Rock” del joven cineasta hondureño graduado en Estados Unidos, Michael Bendeck, el que se exhibió en cines y luego en centros culturales; y en el 2009, participó en la categoría de documental en el festival Icaro en Guatemala, en donde recibió un buen reconocimiento.



Documental Honduras Rock de Michael Bendeck.

El ex miembro de Khaos y líder de los Khaoticos, Max Urso, a través de su sello Costa Norte Records, lanza con mucho entusiasmo su serie de dos discos de rock, metal y música popular hondureña ”Honduras Rocks!; Una Introducción al Rock Catracho” y “Honduras Rocks II”, que tuvieron buena acogida dentro y fuera del país.



Disco compilatorio Honduras Rock volumen I de Max Urso.

En el 2003, la periodista Myrna María Barahona y el músico de rock radicado en Estados Unidos, Carlos Sabatini; sacan el primer website de rock hondureño, que fungió durante unos pocos meses, como todo un periódico del género dedicado al 100% a cubrir el producto hondureño, con sección de críticas incluida.



Nota de prensa de primer portal de rock hondureño de Carlos Sabatini y Myrna María Barahona.

También se saca la revista subtérranea de metal Planet Metalzine editada por el ex bajista de Horkhomostropus, Tulio Chávez, que aunque en buena parte; cubría el metal extranjero; le dedicaba espacios al metal local a través de reportajes redactados por el locutor de metal de Yuscarán, El Paraíso, Juan Carlos Amador, ex miembro de la banda de metal, Malditos Ojos.

De Planeta Metalzine se sacan solo tres ejemplares; pero fue un esfuerzo apreciado y valorado en un país donde no hay industria rock establecida y en donde el metal es el que menos espacios recibe en los medios masivos



Revista Planet Metalzine de Tulio Chávez.

En el 2010, se saca un único ejemplar de la revista independiente de metal Semper Metallum como un esfuerzo del joven Carlos Alvarenga; el que le dedicó tres páginas a la banda “premiere” del metal subterráneo en Honduras, los deathmetaleros Blasfemia, por motivo de su décimo séptimo aniversario de fundación.



Revista Semper Metallum de Carlos Alvarenga.

Las multinacionales de refrescos y cervezas; adquieren interés en impulsar el talento roquero y varias bandas ya se presentan en el extranjero con mayor o menor impacto y personas particulares involucradas en el rubro de la producción de eventos han decidido por su cuenta organizar festivales o competencias grandes de metal hondureño con invitados especiales del área centroamericana; para ayudar a impulsar la escena nacional.



Spectrum, banda de heavy metal juvenil que ganó una Batalla de Bandas en el 2012.

Entre estos tenemos la Metal Batalla Wacken Open Air Honduras, y el Live Metal Fest; y en lo que concierne a esfuerzos de grupos hondureños; tenemos el Megametal organizado por Delirium y festival Manifiesto organizado por Fernando Varela, ex líder de la banda Tropa de Baco y ahora del grupo Auténtico Yo.



Afiche del famoso festival Manifiesto de Fernando Varela.

El rock catracho, aunque aún no tiene las ventajas tecnológicas, económicas y sociales de otros países latinoamericanos, para favorecer la producción y mercadeo de su música a nivel industrial y promoverla más ágilmente a través de los medios de comunicación tradicionales: ha demostrado tener un nivel de creatividad y potencial muy valioso, que con la el debido moldeo, perseverancia y pulimiento; se convertirá en una auténtica gema que hará brillar a Honduras en toda América Latina.