En Un Dia Como Hoy

2 de agosto

2 de agosto, 1986-Peter Cetera comenzó una temporada de dos semanas en el No.1 del conteo pop de EEUU con el tema de la película 'Karate Kid II', 'The Glory Of Love', el que también llegó al No. 3 en Inglaterra.

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La Foto Diaria

Las Nuevas Diosas de Horus

Las Nuevas Diosas de Horus (Honduran Gothic Metal)

Frase de la Semana

Rockhouse, el mejor bar rockero de Honduras, localizado en la ciudad de San Pedro Sula.

LAS COSAS CAMBIAN…….

Fue una verdadera experiencia para mi como periodista de rock y entretenimiento, observar el fenómeno que fue la llegada a Honduras por segunda vez del célebre, carismático, talentoso y siempre guapisímo español, Enrique Bunbury.

La primera vez, en 1996, vino como parte del legendario grupo de rock español, Héroes del Silencio y lograron el lleno más grande que ha tenido un concierto de esta música en nuestro país en el Estadio Nacional de Tegucigalpa, en el que enloquecieron a todos en parte con el material de su disco “Avalancha”, que estaba puestisìmo en las radios hondureñas, centroamericanas y latinoamericanas en general.



Hèroes del Silencio barrieron en Honduras en el 96 con la gira Avalancha.

Y dieciséis años más tarde, regresó como solista y sin necesidad de la adorada banda;  para darse el lujo de ser recibido con una emoción y júbilo muy pocas veces vista por parte del público hondureño; que hizo esfuerzos grandes para agenciarse boletos, algunos a última hora, lo que fue aprovechado por el mercado negro, para vender entradas a precios muy elevados, que aun asì fueron adquiridos, por desesperados fans, o admiradores repentinos, que lograron llenar a tope el Coliseum Nacional de Ingenieros.

Pero como sea, algunas cosas cambian.

Quizas la vez pasada, Bunbury tuvo el privilegio de tocar en nuestra máximo templo del deporte, ante unas 27 mil personas, según reportes del productor de dicho concierto, Charlie Rivera; pero en su segunda visita tuvo que conformarse con cantar (ante un lleno total) en el Coliseum, con la eterna desventaja del sonido de mala calidad de ese antro, aunque se dijo que se hizo un gran esfuerzo para sacarle un audio bastante aceptable al españolazo.



El Estadio Nacional Tiburcio Carías Andino de Tegucigalpa, acogió a miles y miles de fans de Hèroes del Silencio.

Y es que sigue siendo un ídolo en Honduras, pero ya sin los Hèroes, ya no puede atraer lo mismo de antes; pero y que puede importarle, si como artista independiente, gana un dineral y se siente màs cómodo, cantando en lugares más pequeños.

Y la vez pasada, los Hèroes del Silencio, se hospedaron en el hotel Excelsior que queda casi enfrente del Instituto Cultura Nacional, en las cercanías del puente San Rafael; un hotel de tres estrellas en el que los españoles estuvieron muy bien atendidos y no presentaron ninguna queja, y hasta ofrecieron su conferencia de prensa en uno de sus salones.



El Hotel Excelsior de Tegucigalpa fue la casa de los Hèroes en su visita de 1996.

Memorable para mi esa conferencia de prensa, porque fue el evento en el que fui la única de los comunicadores congregados ahì que se atrevió a preguntarle al españolazo; que a que se debía que con todo el éxito que tenía con Hèroes del Silencio con sus propias lìricas maravillosas, estilo interpretativo altamente influyente para muchos cantantes de rock y un rock de sello tan personal; porque estaba buscando parecerse tanto a Jim Morrison.

Recuerdo que se sonrió ante la pregunta y me dijo que el con quien sentía que tenía paralelos era con Elvis Presley, al que siempre ha manifestado admirar muchisìmo.

Yo le insistì y le dije que eso era cierto, pero que no era a Elvis con el que se le miraba ese notable parecido y que hasta podría ser perfecto para interpretarlo en el film de Oliver Stone, y ese comentario lo tomò a la buena un tanto forzado, porque era obvio que no le agradaba que lo compararan con el astro de los Doors.



Enrique Bunbury sigue siendo un ídolo, pero ya sin su legendaria banda, no es igual.

Pero si el parecido era tan evidente, creo que es como algo lógico que se le pregunte eso en cualquier país, si existe alguien que sea capaz, ya que muchas veces los periodistas son asolapados y le “besan el trasero” demasiado a un artista.

Ante eso, dijo que seguramente su madre y Jim habían hecho cosas indebidas cuando este visitò España en esos años psicodélicos y que quizás el era el fruto de esa travesura y que aun no le decían nada.

Cuando me reí ante su respuesta, le dije que de verdad querìa que me explicara porque estaba buscando emular a Jim en la imagen y en la forma de cantar en vivo con poses del Rey Lagarto; y realmente no recuerdo bien lo que respondió porque lo dijo muy rápido, pero creo que negó la comparación y me dio las gracias.



Enrique Bunbury se molestó un poco ante mi pregunta de su parecido con Jim Morrison.

Nunca lo reconoció, pero que importa?

A alguien que le ha traido tanta dicha y ha hecho soñar tanto a tantos fans del rock hondureños; se le puede dejar que se salga con la suya, cuando no quiere reconocer que le rinde culto de personalidad a uno de los ìconos del rock màs grandes que han existido.

Y recuerdo el murmullo de voces en el salòn, porque costaba creer que yo le hubiese hecho tal interrogante al hombre que tenía hipnotizada a toda Amèrica y España.

El nivel de Enrique Bunbury como artista no ha bajado para nada,  es solo que como ahora su música no es estrictamente rock, ni toca los clásicos; entonces ya las masas no lo siguen tanto como antes.

Pero precisamente por ese nivel, es que en el 2012 en su segunda visita; se hospedò en el lujoso hotel Marriot, en una de las mejores zonas de Tegucigalpa, algo un tanto diferente a sus pasadas acomodaciones, aunque yo me siento muy orgullosa de que Hèroes se hayan hospedado ahì por razones personales.



El Marriot fue el anfitrión de Bunbury en el 2012.

Bunbury a diferencia de la ultima vez, que fue un tanto más anuente a recibir medios masivos en una rueda de prensa y otros detalles; en esta ocasión, a raíz de que el productor general me ofreció una exclusiva con el artista si este aceptaba recibir al menos a un comunicador hondureño; se me explicó que estaría “inaccesible” y que su seguridad sería de tal forma y que por aquí y por allá.

Pero repentinamente, aunque no dio ninguna entrevista, por lo que no pude conseguir la que me ofrecieron (seguro no me hubiera reconocido, jejejejeje!); Bunbury tuvo contacto con admiradores durante breves momentos en el hotel y hasta fue llevado a comer junto con su banda Los Santos Inocentes, a un restaurante tìpico de Valle de Angeles, con la gente encargado de atenderlos.



Enrique Bunbury volvió loco al pùblico en Tegucigalpa auspiciado por Musa Producciones.

O sea que al final, lo que me dijeron no resultó ser tan cierto, pero me imagino que esa fue decisión personal de Bunbury, quien debe haber recordado la enorme cantidad de gente que fue a aclamarlo esa noche de 1996 en nuestro coloso deportivo y quizás decidió no ser el hombre invisible en Honduras.

Esa sensación jamás puede olvidarse.

Yo aun estoy sorprendida que a pesar de que la masa humana no fue la misma que en el 96 por cuestiones antes mencionadas y por espacio físico disponible; de cómo Enrique Bunbury produce emociones increíbles con su música, su personalidad, su imagen y su forma de expresarse, entre muchos hombres de sangre roja en mi país.



Bunbury llenó el Coliseum Nacional de Ingenieros.

Sin duda, la locura no conoció maestros, pero si héroes………

TEGUCIGALPA,Honduras

Como el mismo Bunbury lo diría al inicio de su espectacular concierto, fue una noche inolvidable, con canciones bohemias, cantineras y sobre todo cargadas de rock and roll.
Y como pocas veces suele verse en suelo catracho, muchas generaciones seguidores de la carrera de Enrique se unieron para disfrutar de más dos horas de música, de este gran maestro del rock en español.

Por si fuera poco, la fiesta borró fronteras y se convirtió en un espectáculo centroamericano con la visita de hermanos de El Salvador, Guatemala, Nicaragua y Costa Rica.



El Cantinero Español y sus Santos Inocentes mecieron el Coliseum Nacional de Ingenieros.

En medio de una gran expectativa, Bunbury arribó al escenario del Nacional de Ingenieros Coliseum a partir de las 8 de la noche al ritmo del tema “El mar el cielo y tú” de su nuevo álbum.

Como era de esperarse, la euforia no tardó entre los asistentes que gritaron una y otra vez al ritmo de la canción.“Honduras gracias por tu apoyo, esta noche la pasaremos muy bien” fueron las palabras iniciales del artista.

Después de ello siguieron otros éxitos como “Llévame”, “El Solitario”, “La señorita hermafrodita” y “El extranjero”.

Posteriormente dio paso a su éxito más reciente “Odiame” la cual fue coreada de principio a fin por todo el auditorio. El show no podía estar completo sin la interpretación de canciones conocidas como “Si”, “El día de mi suerte” y por supuesto “Sácame de aquí” en la que más de una fanática soltó una lágrima.

Para concluir, Bunbury interpretó “Y al final…” no sin recibir una ovación total por parte de los presentes.



Los fans le mostraron su amor.


“Honduras nunca debimos dejar pasar tanto tiempo, solo les pido que no se olviden de nosotros ya que nosotros no lo haremos de ustedes”, dijo Enrique de rodillas en agradecimiento a su público.
Algo que se robó el corazón de los hondureños fue cuando en dos ocasiones pidieron al artista que regresara al escenario y Bunbury no defraudó.



Honduras no olvidarà este concierto.