SIEMBRA Y LUCHA OPEN AIR: METAL COMO EN EUROPA! ( PRIMERA PARTE )
Cuando me apunté para ir al festival Siembra y Lucha Open Air 2013 en Costa Rica; no me imaginé que sería exactamente igual a como fueron mis pocas pero valiosas experiencias en festivales con campamento europeas.
Y resultó ser prácticamente lo mismo, hasta la temperatura y las papas fritas servidas al estilo europeo (sin salsa de tomate, sino con mayonesa)
La finca La Lucha en San Cristóbal de Desamparados, Costa Rica.
Yo nunca imaginé algo así; pensé que sería una imitación algo improvisada de los grandes festivales; y salvo por algunos detalles que se que van a corregirse en la próxima edición; Siembra y Lucha Open Air 2013 fue como el vive metalero al otro lado del charco.
Vengo fascinada de verdad de Costa Rica, porque los hermanos ticos han probado una vez más que son los centroamericanos de las grandes ligas, que si se atreven a hacer las cosas en grande y logran los resultados; porque de verdad “se ponen las pilas”.
Centroamericanos reunidos en Siembra y Lucha.
Para empezar, el lugar donde se realizó el festival fue muy parecido a los sitios en donde se montan los festivales de metal europeos; alejados de las ciudades grandes y en plena naturaleza para que sea una experiencia de aventura y sin que el estrépito moleste a nadie.
Estuvimos en la finca La Lucha en el hermosisímo sector de San Cristóbal de Desamparados, a kilómetros de San José, rodeados de montañas bien preservadas con de bosques de pinos que a la caída de la tarde, en medio de las sombras; me recordaban a los paisajes de Noruega y Finlandia.
Las preciosas modelos Jaggermeister, gran patrocinador de Siembra y Lucha.
Las estrellas y los astros se miraban extraordinarios por la noche y el ambiente rockero era especialisímo, una verdadera fraternidad centroamericana en la que cualquier diferencia que existiera entre países; en este festival, se disolvieron.
El campamento del público asistente estaba en una empinada sección de la finca y para ir a las duchas o a comprar a los puestos de comida o al mini super (a uno de los costados del escenario); había que escalar y caminar mucho; lo cual de antemano, significa ejercicio asegurado, que es otra de las ventajas de asistir a estos convivios, porque se aprende a dejar la comodidad y la rutina; para portarse como Scouts en el bosque y vivir una experiencia musical fuera de serie.
Frente a las lindas montañas que nos rodearon por tres días.
Cabe mencionar que el campamento estaba resguardado por miembros de seguridad del evento para mantener el orden y la seguridad entre los metal heads y sus tiendas de campaña.
Las ambulancias, los cuidados contra incendios, patrulla por la noche haciendo rondas, un cajero automático y un supermercado bien surtido algo alejado del campamento; la seguridad en los diferentes sitios de reunión de gente donde hubiesen ventas; estaban a la orden del día para evitar cualquier posible percance.
Frente al escenario de Siembra y Lucha al inicio del último día.
El escenario de excelente tamaño y condiciones de audio, luces, etc; podía verse bien desde todos los puntos altos de la finca La Lucha que lo rodeaban, ya que sea que la gente quisiera verlo desde uno de los bares, puestos de comida o bancas de madera colocadas en uno de los senderos aledaños.
Me di cuenta por alguien que la finca La Lucha había sido utilizado como refugio durante la revolución costarricense de 1948 y que había sido propiedad para ese propósito; del otrora presidente José Figueres Ferrer.
Historia política, frío constante y fuerte, excelente música, naturaleza privilegiada, camaradería, buenas cervezas entre otros elíxires y comida muy buena; fueron el marco de Siembra y Lucha Open Air, el festival que en poquito tiempo, estará al nivel de los del Viejo Continente.
Una metalera costarricense que nunca perdió el “chic”.
La gente comenzó a llegar a la finca La Lucha desde el jueves 5 de diciembre y el total de gente que llegó al grandioso evento ya sea que llegaran todo el fin de semana o uno o dos días; fue de seis mil, lo cual es un logro para la organización del festival en su primera edición internacional.
La maratón musical arrancó en las primeras horas de la tarde del viernes 6 y concluyó en la madrugada del lunes 9, presentando calor y frío durante el día y gran frío en cada una de las noches.
Me quedé sorprendida con el hecho de cuantos costarricenses tienen tolerancia para la temperatura baja, ya que mientras algunos nos frotábamos para entrar en calor y nos ajustábamos la ropa para tolerar el clima; muchos andaban sin chaqueta, bufanda o gorro y algunos hasta sin camisa o en shorts o minifalda sin que les estorbara.
Eddie Trunk arribando a Costa Rica, muy contento.
Entendí también que la intención del festival de defender y proteger el medio ambiente de su país; era algo loable y pocas veces considerado por los productores de conciertos de rock.
La comitiva hondureña que llegamos con la excursión en bus de la banda de metal participante en Siembra y Lucha, Delirium; agotados y sucios despúes de una odisea de viaje por tierra; llegamos poco despúes del mediodía del viernes expresamente a montar campamento (yo me quedé con mi fotógrafo asignado en el de prensa), tras recibir nuestros gafetes y ponernos en contacto con organizadores para instrucciones pertinentes.
La delegación hondureña que viajó con la banda Delirium en San José, antes de partir al festival.
Yo había tenido un inconveniente personal grave de extravío de equipaje por cambios de bus repentinos en madrugada lluviosa en plena carretera y bajo tensión junto con todos los de la excursión; y al rato de haber llegado al campamento; recuperé mi maletín gracias a la honestidad y buena voluntad de Alex Espinal, dueño del bar rockero In The House de Managua, Nicaragua; el que sin saber de quien era el maletín; al ver que el conductor del bus pretendía apropiarse del mismo; lo tomó y dijo que pertenecía a alguien que ellos verían en el festival al que iban.
Eso me devolvió los ánimos y la alegría de asistir a este gran evento.
Delirium entregando un obsequio en madera con el logo del festival al organizador principal.
Siembra y Lucha Open Air 2013 comenzó con la banda de metal costarricense Final Trial, la que no pudimos ver por estar montando tienda de campaña; pero sonó muy mal y solo tocaron tres canciones.
Parecía que los ingenieros de sonido asignados estaban probando sonido con la banda tica; porque cuando tocaron los amigos de Delirium; el sonido se escuchó mejor.
Final Trial de Costa Rica, dio inicio al festival.
Dicen que el vocalista de Final Trial comentó que se encontró con unos salvadoreños que estaban llorando por poder ver a tanta banda de metal internacional y gran calidad en Centroamérica.
A Delirium le tocaba de cuarto; pero por cambios de última hora de la organización; les dijeron que estaban en el segundo lugar de toque y les tocó irse a cambiar rápidamente a su cabaña en medio del bosque, para poder estar a tiempo en el escenario, ante un público reducido pero que los recibió notablemente.
Delirium fue el segundo en tocar, pero lo hizo con toda la garra.
Lo bueno es que nuestra banda nacional tocó muy bien, salvo un error en una canción de uno de ellos, quizás por la falta de concentración por todas las que habíamos pasado en el trayecto; pero eso se remedió rápidamente y su show fue excelente, sin exagerar.
Delirium ofreció canciones de Errante como ser “El Muerto” y “Navegar” hasta clásicos como “Desde la Oscuridad”, “Espejos”, “Resistol” “Profecías”, para terminar a petición del público con el encore de su canción más famosa, que fue arreglada por la banda cuando su cantante Diego Navas, la llevó a la banda a inicios de los 90s: “Cruz Blanca”, la que muchos se sabían.
Joe Casto, guitarrista de Delirium; tocó muy cansado pero felíz.
Los de audio hicieron que la banda sonara legiblemente en todas sus canciones en cada instrumento y en vocales; y nos sentimos orgullosos cuando el cantante Elías Espinal puso a flamear por unos segundos; una bandera hondureña que tenía impresa el nombre de la banda.
Entendimos que Delirium sin ser tan conocidos en el hermano país; le gustaron mucho a la raza tica presente y han sido tomados en cuenta para seguirles la pista por varios comunicadores de rock de esos lares.
Fernando Lezama se portó como el artista que es y fue muy aplaudido.
Estaban obviamente emocionados por la recepción de los fans centroamericanos y el guitarrista, Fernando Lezama que es poco expresivo; se tocó con el puño el pecho y le envió su agradecimiento a la gente.
Elías a pesar de todas los ataques y ofensas injustas y absurdas que ha recibido de la gente cerrada e intolerante que tiene la banda; demostró que esas palabras son solo combustible para agitar la capacidad que tiene el de hacer un espectáculo como “frontman” en un escenario extranjero,en el que se pararon tantos grandes.
Elías demostró que tiene la altura para cantar en cualquier país del extranjero sin que nadie le ponga duda a su ejecución tanto vocal como escénica.
Elias Espinal probó porque es de los mejores cantantes de rock de Honduras.
La banda aunque estaba agotada físicamente por la acidentada travesía para llegar a La Lucha; se mostró felíz y los despidieron con porras, silbidos y aplausos.
Como no conozco a la banda Sauron de España, que son metaleros gitanos por lo visto, que tocaron en el primer Siembra y Lucha: no puedo hablar de su material ejecutado; pero tras superar los problemas de audio; dieron su set con gran algarabía por parte de los “metalheads” locales.
Delirium agradeció conmovido el recibimiento de los ticos.
Con un aire a lo Mago de Oz (pegarían mucho en Honduras); Sauron con su folk heavy metal tuvo gran apoyo del público, porque notamos que se sabían todas sus canciones y me comentaron que se alborotaron particularmente con una llamada “Cambia al Mundo”, que coincide con el objetivo de Siembra y Lucha, porque es ecológica.
Pero me gustaría conocer más de Saurón porque me comentaron que estos españoles tienen canciones inspiradas en “El Señor de los Anillos” de JJ Tolkien.
Sauron de España es muy popular en Costa Rica.
Por eso también su “Meet and Greet” estuvo lleno de gente.
Con Saurón cayó la noche en la finca y el ambiente a pesar de que era de menos gente que el sábado; comenzó a caldearse con las cervezas y tequilas ya consumidos por la gente y por la perspectiva del cartel que seguía.
Me encantó la banda de metal pesado venezolana Gillman, que desde que su mítico cantante Paul Gillman, puso un pie en el escenario; anunció quienes eran ellos y proclamó que eran orgullosamente de la República Bolivariana de Venezuela y pasó a darle porras al fallecido presidente, Hugo Chávez.
Los fotografié antes de comenzar su Meet & Greet.
Esta banda es abiertamente política y social, pero lo bueno es que no se parcializan en el tema; porque también tocan temas folklóricos de América Latina y su país, por lo que son altamente entrenidos con sus canciones originales, que destilan influencias de Nueva Ola de Metal Pesado Británico.
Gillman hasta porta una insignia de la bandera de su país al estilo militar en su vestimenta y nos recordó mucho al cantante de Saxon, Biff Byford en “pinta”, movimientos, y entonación, a pesar de que no es un gran cantante como el inglés; como “frontman” es muy destacado.
El líder de la banda Gillman, Paul Gillman es todo un señor “frontman”.
Gillman desató energía a lo largo de su show de 70 minutos y no fenecieron en ningún momento; brillando con sus excelentes guitarristas, Luis Loyo y Carlos Campos de 22 años, que contrastaba con sus demás compañeros con su aspecto de miembro de Rage Against the Machine.
Músicos muy profesionales, incluida la exótica bajista Roxana Herrera, que sin ser grandiosa, cumple cabalmente con su papel de músico y además nos ofrece un show con su larguisímo cabello ensortijado el que le llega a la altura del “derriere” y que sacude a su antojo al ritmo del metal.
La bajista de Gillman, Roxana Herrera, fue una gran atracción del festival.
Caso aparte es el baterista de Gillman, Vicente Arcuri, el que es sobresaliente.
Canciones como “Revolución” con la que abrieron; “Anticristo III”, “El Poema Negro”, “El Tirano Aguirre” y “Asesino” muestran su mentalidad política y social, y su “cover” de “Hijos del Sur” en la que cantó también el vocalista de la banda Kraken, Elkin Ramírez, que aprovechó para invitar a la gente a ver el set de su grupo el domingo; pero sorpresivamente no tocarían.
Paul Gillman es todo un narrador de historias y un cantante aceptable.
Otras canciones como “La Llorona” y “El Hachador” son como escuchar “Cuentos y Leyendas de Honduras” versión metal.
Que magnífico ver que existen bandas de rock que le dan importancia al riquisímo folklore popular latinoamericano!
Las canciones de Gillman usan excelentes armonías, líricas bien redactadas y lograron que la banda se plantara bien en escena y mostraron porque son los héroes del metal venezolano y tienen un festival llamado Gillman Fest.
Eddie Trunk durante una de sus breves apariciones; presentó a Massacre.
El tiempo de espera para la siguiente banda fue largo, pero valió la pena, ya que le tocó el turno a la super clásica banda de death metal estadounidense, Massacre; que tuvo un excelente sonido y eso hizo que los ya maduritos metaleros sintieran que esta especie de regreso a los escenarios internacionales, no fuera en vano.
Massacre hizo bien en venir a tocar a Costa Rica porque esa será un trampolín para que los inviten a tocar en varios festivales importantes en el 2014; ya que han estado dando giras de bajo relieve desde el 2012.
Massacre dio catédra de death metal vieja escuela.
Fueron presentados por su amigo, el conductor de That Metal Show de VH1 Classic, Eddie Trunk, el que mostró su agrado de estar en el país por primera vez y sin andar con rodeos; presentó a Massacre.
Trunk no es un gran presentador de eventos de metal en vivo; pero el peso de su fama y su carisma; lo hacen que sea aclamado por la gente.
Massacre tocó con solidez y esmero, con un bien seleccionado repertorio de canciones aunque un tanto recortado según dijeron, por la mala sincronización de presentación de bandas de la primera noche.
Edd Webb levantó el espíritu de los fans adictos al death.
Pero el Old School en death por algo lo manejan; y Massacre con su cantante Ed Webb, agitó la cabeza como su colega de Cannibal Corpse, al que emula más que nada al girar la cabeza; y se “echó” clásicos del death impresionantes como ser “Shield of the Son”, “Succubus”, “From Beyond”, el que tuvo una ejecución brillante y es canción tema de su más aclamado disco “From Beyond” de 1991 y hasta el “cover” de Death que grabaron “Corpse Grinder” junto con el de “Mutilation” de Death, que causaron un “mosh” buenisímo.
Webb con su corpulencia, característica de casi todos los miembros de Massacre; mostró que los años no le caen de balde, porque se entregó musicalmente.
Mike Mazzonetto demostró su tremenda destreza y experiencia.
Aunque no soy seguidora del death metal, era respetable ver en el escenario a una banda célebre del extreme metal y por la que han pasado miembros de Death, Kreator, Six Feet Under, Obituary entre otras y los conocedores se emocionaron mucho, especialmente con temas como la brutal “As We Wait to Die”.
La presencia del bajista Terry Butler, un héroe del death metal mundial, ex miembro de Death; fue la atracción especial por su trayectoria; y el guitarrista Rick Rozz, tocó sumamente bien a pesar de que consumió casi toda una botella del whisky Jack Daniels durante el set.
César Banegas, miembro de la banda de metal catracha Engendro; disfrutó de Massacre.
El baterista Mike Mazzoneto es un brutal músico y su velocidad y fuerza a pesar de los años; desataron locura entre los headbangers audaces, y un punto especial fue cuando Rick Rozz se puso una máscara de payaso siniestro.
Ese fue día de metralla para los extremos, ya que después de Massacre; al rato entró el famoso Suffocation, ícono del brutal death metal ante el estruendo de la audiencia.
Frank Mullen, cantante de Suffocation; un hombre con encanto personal y talento.
El grupo newyorquino con un cantante enérgico y potente como Frank Mullen, que sin decir malas palabras; cautiva a la gente con sus intervenciones orales; desde el inicio lo admiré, porque durante sus dos primeras canciones; el sonido les falló horriblemente y tuvo que repetir la primera canción; y en ningún momento durante o despúes; usó lenguaje soez para protestar o para señalar lo que estaba pasando en su show.
Era su primer concierto en Costa Rica, aunque ya se habían presentado en El Salvador; y me cayó de maravilla, Mullen, el que es totalmente agradable, educado y ameno, sin hacer bromas de mal gusto a nadie.
Suffocation estremeció la tarima de Siembra y Lucha.
No parece un hombre que haya matado a alguien para nada!
Aunque claro; su crimen fue en defensa propia; al liquidar con arma de fuego a un ladrón que entró a su casa y el al descubrirlo; se lo “voló” para defender a su familia y a su propiedad privada.
Suffocation probó ser demoledor en el escenario, brutalidad en cada “riff”, en cada cantada y el moshpit fue tremendo; había que apartarse rápidamente porque reacción en cadena.
Suffocation armó buen mosh!
Suffocation soltó clásicos como “Thrones of Blood”, “Catatonia”, “Liegue of Inveracity”, “Pierced from Within” y otras más recientes como “Abomination Reborn” y “Cataclysmic Purification” y de sunuevo álbum “Pinnacle of Bedlam” como “Purgatorial Punishment” y “As Grace Descends”.
La raza quedó felíz con la intensa y sensacional presentación de Suffocation, los que sin duda, abandonaron el escenario contentos, seguramente olvidando el problema inicial.
Fue una buena experiencia ver en vivo a una banda de la que tanta gente me ha hablado y que tiene muchos seguidores en Honduras.
Terrance Hobbs, guitarrista de Suffocation demostró que es bárbaro para sacar “riffs” asesinos.
En lo personal, lo que yo más esperaba esa noche era a Tim “Ripper” Owens, siendo Judas Priest mi banda de metal favorita y siendo admiradora del trabajo de este hombre en dos de los discos de ellos y habiéndolo visto en vivo con Yngwie Malmsteen en Graspop 2008 en Bélgica.
Fue un gran gusto conocer al maravilloso ex cantante de Judas Priest, Ripper Owens.
Tuve la oportunidad de fotearme con el, y que me autografiara mis discos de Judas; aunque no pude entrevistarlo porque no andaba de buenas, según me dijeron; porque cuando lo llevaban al festival desde San José en un busito; este se quedó sin gasolina y esto retrasó la llegada del grandioso cantante al la finca La Lucha y el consiguiente recorte de su repertorio.
El famoso Eddie Trunk lo anunció orgullosamente como “un gran amigo y una de las voces más grandes del metal de todos los tiempos”; y desde que entró al escenario; esta vez con look metalero, no “hip hop”; nos arrobó a todos: porque este hombre de 46 años, tiene un “galío” que mis respetos!
Ripper Owens demostrando entusiasmo de cantar en Siembra y Lucha.
El gran “Ripper” interpretó temas de Judas Priest como el extraordinario “Painkiller” y al menos una de las que grabó con ellos, como ser “Burn in Hell”, que es la canción de él que más he sonado en mis programas de radio.
También se dejó ir con canciones potentes de su banda Beyond Fear que no son tan conocidas, pero que soltaron a los fans, por ser canciones poderosas y rápidas; como ser “Scream Machine” del disco que lanzó en el 2006.
Ripper no es el cantante de metal más vital en el escenario que hayamos visto; pero si estuvo algo pasivo en sus movimientos esa noche, quizás debido a que había entrado molesto a cantar y al hecho de que por ratos no se escuchaba.
Ripper Owens demostró todo lo que tiene: virtuosismo vocal y seguridad en si mismo.
Aun así, lo compensó con su extraordinaria voz, que fue cargada de manera profesional y correcta por los musicazos costarricenses que lo acompañaron, a los que deseo felicitar calurosamente; se lucieron y tocar al lado de un grande como “Ripper”, no “es comida de cualquier trompudo”.
Interpretó mi clásico de metal ochentero “Heaven & Hell” de Black Sabbath, el que tiene por costumbre interpretar, por su otrora relación con Dio Disciples, irónicamente el grupo que al cancelar su compromiso con Siembra y Lucha; le dio chance a Ripper de presentarse como solista en Centroamérica por primera vez.
Ripper fue acompañado de un grupo de destacados músicos de metal ticos.
Ese fue un momento excepcional para mí, por múltiples razones y supe que era afortunada de ver de nuevo a “Ripper”, pero esta vez de noche, con todo el escenario para él y
Aunque no cantó con un gran sonido; el show de “Ripper” fue el “highlight” de mi noche.
Lo despedimos calurosamente y cuando vi el gran papel que hicieron sus acompañantes costarricenses Roy Rodríguez (Guitarra), Pablo Mejía (Guitarra), Bryan Molina (Bajo), Alejandro Amador (Teclado) y Andrés Angulo (Batería); entendí porque los músicos ticos les funcionan a los grandes ex cantantes de bandas legendarias como Ripper.
Ripper Owens a pesar de haber estado molesto antes de cantar; no decepcionó a nadie.
Bueno, uno de los guitarristas se vio algo estático, como que no podía creer lo que le estaba pasando y aun estaba como preguntándose: “Esto es real?”.
Recordé la vez que una banda de metal costarricense acompañó a Paul DiAnno a tocar en su gira lationamericana hace varios años, llegando con el hasta Sudamérica.
Tienen nivel, look y personalidad; y eso abona mucho a Costa Rica a nivel de la reputación de su metal y se preparan debidamente antes, ensayan lo suficiente antes de la gran prueba.
Ripper Owens se sintió bien de echarse a los metal heads del istmo centroamericano, al bolsillo.
Despúes de esperar por la banda que cerraba la primera noche de festival; Primal Fear, un grupo alemán, líder en power meal cuyo cantante Ralph Sheepers, habíamos conocido al nomás llegar al festival en el sector de prensa; comenzó su show de 90 cargados minutos de pura energía y excelente y variado repertorio.
Aunque las comparaciones con Rob Halford no han faltado a la hora de que otros hablen de Sheepers; la verdad es que no me emocionó ni la cuarta parte de lo que me emocionó el auténtico Metal God británico en todo sentido durante la gira de Nostradamus en el 2008.
Ralph Sheepers de Primal Fear, a quien conocimos de día; es un cantante de pesos pesados.
El concierto fue tremendo aunque sin el mejor sonido del día, y como se dio un setlist de los diferentes discos de Primal Fear; la gente coreaba sus canciones; algo que pareció alentar a Sheepers, quien con mucho gusto interpretó temas muy solicitados como “Final Embrace”, “Killbound”, “Bad Guys Wear Black”, “Metal is Forever”, “Chainbreaker”, “Nuclear Fire”, etc para terminar con la fenomenal canción “Unbreakable Pt 2”.
El comentario puntual que me hizo un guitarrista fue que al ver a Primal Fear en Siembra y Lucha, pudo comparar la diferencia entre los actuales guitarristas de la banda y los anteriores: o sea que los anteriores eran mucho mejores.
Mat Siner, fundador de Primal Fear, es un bajista fenomenal y tiene una presencia escénica grande.
Esto se apreció más que nada en los solos, porque en la parte rítmica estuvieron muy bien (no todos tienen la suerte de un Ozzy Osbourne, verdad?)
Pero con todo y esos detalles; Primal Fear movió a la multitud a pesar de la hora (pasada la medianoche) y del frío; pero dieron un concierto bastante profesional.
Quizás me hubiera gustado más si hubiesen interpretado una baladota que tienen que una vez me dedicaron a mí.
Primal Fear fue un gran “cabeza de cartel” del primer día de Siembra y Lucha.
Ese viernes se suponía que veríamos también a las bandas ticas Kronos y Advent of Bedlam, pero fueron pasadas para el sábado, de las cuales me llamó mucho la atención, la segunda.
El sábado se podría decir que todos los que andábamos ahí pudimos darnos cuenta quienes eran los niños bonitos del festival; o sea los músicos que demostraron que se creían que merecían “trato especial” y por los que debo reconocer; andaba quizás la más grande cantidad de gente joven.
Muy cansada pero contenta de poder estar tan cerca de Primal Fear.
Me refiero a los españoles Warcry, que seguramente aglutinaron a tanta chavizada tica y mujeres jóvenes y hermosas; porque me contaron que este año habían cancelado dos conciertos en Costa Rica; y eso tenía ansiosa a la gente.
Warcry demostró su actitud de “primas donnas” al tomarse DOS HORAS para hacer prueba de sonido durante la mañana pegando al mediodía, lo que provocó retrasos serios y feos recortes de repertorio para los grupos de menor envergadura.
Pero esa no fue todo lo que pudimos percibir como “aires de diva” de parte de Warcry; pero ese detalle lo dejaremos para el final del segundo día.
Las fans de Warcry andaban por todos lados el segundo día del festival.
Un grupo costarricense que nos decepcionó fue el abridor del segundo día, Grecco, los que quizás por que les dijeron que iban a tocar solo dos canciones y además, tocaron con mal sonido; me supieron terribles en todo; aparte de que su música no nos caló para nada.
Ellos después se quejaron públicamente por el atropello y pidieron disculpas por su fallida actuación; no se si eso justifica todo lo mal que se escucharon.
Una atractiva tica mostrando su gusto por Delirium.
Lo único que pensé fue: “Pucha! Que lección de diferencia musical podría haber dado aquí Virginia Clemm!”, la notable banda salvadoreña que representó al istmo centroamericano en el Wacken Open Air 2011 en Alemania; pero que no llegó al festival, porque no les enviaron el transporte acordado.
Ahora bien, cuando salió a tocar los ticos de Colemesis, eso estuvo mejor; no solamente porque sabía que tenían un metal extremo con ciertos sonidos autóctonos que les dan un toque personal particular y cuyo disco “Hellritage” ya había presentado en mi programa radial de Rock & Pop.
No podía faltar una foto con Fabbian Bonilla, guitarrista y cantante de Colemesis; cuyo disco presenté en la radio.
Colemesis tocó con mejor sonido y un poco más que los primeros y aglutinaron a algo más de gente y su “frontman” y guitarrista, Fabbian Bonilla, a quien conocí en su otrora bar Casa Rock; demostró que tiene buena experiencia en vivo, ya que también ha sido el cantante de los reconocidos Mantra.
Colemesis con sus influencias de Lamb of God, Sepultura, Slayer y Gojira dio un set muy satisfactorio a pesar de las fallas técnicas y de su recorte de canciones, y me llamó la atención la destreza y talento de su cellista Alfonso en la ejecución de la banda y alguien me comentó que a pesar de lo que ellos digan; su vocalización y algunos de sus toques son similares a los de Transmetal; pero el parecido no es en sonido, sino en técnicas.
Advent of Bedlam, sin duda, la mejor banda costarricense del festival.
Esto hizo que Colemesis le pareciera algo simplón a algunos que quizás han escuchado su disco y esperaban más metralla.
Bonilla es bueno en lo que hace y creo que Costa Rica en ese momento; comenzó a dar visos del metal que definitivamente tiene y por ende, fueron bien recibidos los Colemesis.
Pero quien les “comió el mandado” fueron los estridentes y excelentes chavos del grupo de death metal, Advent of Bedlam, los que con los recortes y quizás alguna otra molestia; demostraron que tienen un nivel muy alto para Centroamérica.
Advent of Bedlam, sin duda, la mejor banda costarricense del festival.
Advent of Bedlam tuvo la suerte de sonar con muy buen sonido, demostraron su profesionalismo y sensacional música.
Su cantante, Roy Zumbado, wow!!! Ese chavo si sabe para que nació el death metal y como debe proyectarse un “frontman” extremo.
Con razón los han contratado para abrirle en Costa Rica a bandas dentro de su línea como ser Behemoth, Amon Amarth, Sepultura y Fear Factory; porque saben poner en alto la bandera costarricense.
Advent of Bedlam armó buen mosh entre sus seguidores.
Tienen solo nueve años de estar unidos; pero lo hacen como los grandes; mis sinceras felicitaciones para Advent of Bedlam.
Aunque no fue buena cantidad de gente que los vieron; si les dieron total aprobación.
Poco antes de las 3:30 de la tarde, entró al escenario el primer internacional del día y con toda la fuerza de un huracán: Immolation, los que eran muy esperados, porque también habían cancelado un concierto en Costa Rica anteriormente.
Muy querida banda de death metal newyorquina entre los amantes del género; Immolation dio su mejor cara con mucha fuerza y brutalidad, tal como se lo esperaban sus fans.
Ross Dolan de Immolation; es un señorial cantante de death metal, y toca el bajo muy bien.
El guitarrista calvo de Immolation, Robert Vigna me encantó en su ejecución; además de que es una persona amable y accesible; y junto con el resto de su banda, nos recordó porque son tan influyentes en el death y mostraron que andaban con ganas de promover su nuevo álbum “Kingdom of Conspiracy”, el que es una abierta denuncia a como el gobierno de EEUU toma control de su gente y a la fallida economía gringa.
El cantante y bajista Ross Dolan armó tremendo “moshpit” con sus movimientos agresivos de cabeza y su larguisíma cabellera suelta, sin mencionar sus impactantes vocales guturales.
Robert Vigna, otra de las atracciones de Immolation; tocó de lo mejor y compartió un buen rato con los fans.
Ver a Dolan es un show; y me hizo entender porque el y su banda, hicieron surgir la escena del metal subterráneo de la Gran Manzana Podrida.
Sus acordes poderosos combinados con solos de guitarra que parecen gemir y los complejos patrones de batería que entrega Steve Shalaty; aparte de sus realistas y excelentes canciones; hacen que Immolation haya sido una magnífica adquisición para Siembra y Lucha Open Air 2013.
Oscar Sancho es todo un personaje del metal hispano!
El set que inesperadamente disfruté a lo grande fue el de los libidinosos metaleros españoles de Lujuria; estos tipos me hicieron la noche; porque lograron hacerme vibrar, sacudir la cabeza, saltar, reir y hasta llorar.
Lujuria no sería nada sin su desenfadado, carismático y audaz cantante, Oscar Sancho; un fenomenal “frontman” al que nadie le gana a la hora de interactuar y entretener a la audiencia.
Lujuria de España, no deja nada escondido a la hora de tocar: lo sacan todo!
Una extraña mezcla de Dee Snider con Iggy Pop; Sancho se echó a toda la raza al bolsillo con sus vocales algo limitadas, su euforia, su capacidad de contar chistes y de burlarse de sus compañeros, de hablar vulgaridades, de su santa y maravillosa madre que es quien le hace sus ajustados y estrafalarios trajes retro, y el manoseo constante de sus genitales.
Siendo la segunda vez que Lujuria visitaba la Nación Pura Vida; su heavy erotic metal plagado de tópicos sexuales que explican el nombre de la banda; hicieron las delicias de la gente.
Lujuria de España, no deja nada escondido a la hora de tocar: lo sacan todo!
Lujuria nos meció con canciones como “Jeckyll & Mrs Hyde”, “Traidores y Criminales Contra Nosotros Bailan”, “Estrella del Porno”, “La Favorita del Rey”, “Corazón de Heavy Metal”, “Dejad que los Niños se Acerquen a Mí”, entre otras.
Oscar Sancho me hizo reir mucho cuando hablo de los “puticlubs” de España y me hizo llorar conmovida, cuando nos habló de su madre, lo que ella es para el y solicitó un aplauso para la viejita.
El guitarrista Julio Herranz no oculta su admiración por los guitarristas de la Nueva Ola del Metal Pesado Británico y es un maestro de escuela pública en España.
Hay influencias de la Nueva Ola de Metal Pesado Británico en el “look” y sonido de Lujuria.
Lujuria tocó con buen sonido y “feeling” por una hora y media y la ovación se hizo sentir e hicieron encoré con sus clásicos “Joda Quien Joda” y “Destrucción”.
No es en vano que la banda tiene un fan club tico llamado Escuadrón 69 que integran también bandas locales como Ice Flames, Nautilus y Corazón de Metal, que montaron un tributo a Lujuria tiempo atrás.
Joaquin Broaden, cantante de Sabaton canta bien, pero habló mucho
Lo que aprendí esa noche fue que Oscar Sancho quizás jamás sea recordado como un cantante como Dee Snider; pero es único y su individualidad ya es una leyenda.
Una banda que no vi de cerca, sino de lejos, fue Sabaton de Suecia, y vale más, porque su cantante Joaquin Broaden habla mucho en su inglés regular.
Sabaton demostró tener mucho “pegue” en Costa Rica.
Pero la raza metalera los operaba con ganas y los que son llamados “Reyes del Wacken Open Air” dieron un concierto memorable y muy “kick ass”; esa fuerza se sintió en todo su set.
Muy buenos músicos; pusieron alboratada a la gente con sus canciones como “Primo Victoria”, “Ghost Division”, “White Dead”, “Cliffs of Gallipolli”, “Swedish Pagans”, “Screaming Eagles”, etc según el setlist que me pasaron.
Joaquin Broaden me cansó un poco con sus exageradas muestras de agradecimiento, piropos para Costa Rica y su afán de contar historias que no tenían nada de impresionante; pero a la gente no pareció importarle.
Los llamados Reyes de Wacken dieron muestras de que son capaces de dar metal de muchos kilates.
Me comentaron que Sabaton andaba promoviendo su reciente disco “Carolus Rex” y estrenando baterista, llamado Hannes van Dahl y la verdad es que me sentí aliviada cuando esta banda terminó para dejar de oir a este sueco parlanchín, que dijo varias veces que regresarían a Costa Rica.
Y además, que mis energías despúes de un segundo día de acción, de cansancio rezagado y desvelo e intenso frío; estaban reservadas para Overkill, la banda de thrash metal de Nueva Jersey, que para muchos debería estar en el Big Four en vez de Anthrax.
Cuando vi la manta de Overkill en el escenario; sentí sensaciones agradables.
Me alegré cuando vi la manta de Overkill en el escenario que lucía la portada de su álbum “The Electric Age”, que muestra a una calavera humana con colmillos recibiendo descarga eléctrica de una máquina rara.
A pesar de que la mayoría de ellos son hombres en sus cuarentas y cincuentas (siendo los mayorcitos, el cantante Bobby Ellsworth y el bajista DD Verni, los únicos originales que quedan); Overkill tomó el escenario por asalto y no dejaron de dar un show super vibrante y potente de principio a fin; fueron pura adrenalina y testosterona.
Bobby Ellsworth lleva a la perfección sus 54 años en su voz y en movimientos.
Que banda más sólida, segura de si misma, toda una fiera en el escenario, con canciones desternillantes y contagiosas, y un “feeling” callejero y audaz que se siente en todo lo que hacen.
Overkill armó escándalo entre los metalheads desde que arrancó con “Wrecking Crew” hasta el mero final.
Bobby Ellsworth a sus 54 años, se mantiene delgado, se sigue vistiendo como en los 80s, la voz la tiene entera y es un thrashero desfachatado y de cepa!
.Overkill asaltó con furia el escenario de Siembra y Lucha
Nunca entendí porque una banda de este calibre no fue cabeza de cartel del segundo día de Siembra y Lucha; porque tuvieron que dejar a las divas de Warcry, que no tienen pero ni la cuarta parte de la reputación y de la solidez e historia de estos icónicos thrashers.
Nos “tiraron” un nutrido y variado repertorio que incluyó clásicos y temas más recientes como “Electric Rattlesnake”, “Necroshine”, “Ironbound”, “In Union We Stand”, la extraordinaria “Rotten to the Core”, “Thanx for Nothing”, “Hammerhead”, “Bring Me the Night”, la inmortal “Elimination”, etc.
Overkill para muchos fue lo mejor de todo Siembra y Lucha.
También tocaron “Come and Get It” de su más reciente disco “The Electric Age” y me emociona saber que estas deidades del thrash; en abril lanzan otro disco de estudio, lo que muestra su inclaudocable espíritu.
El bajista DD Verni que es otro que se mueve como veintiañero en escena; se sacó fenomenales toques, no dejó de cabecear como en los tiempos dorados del thrash de la Costa Este y su chaleco de tela de jean con parchos, mostraba uno que decía: “Prefiero gobernar en el infierno que servir en el cielo”.
Ver la agilidad y entusiasmo del bajista de Overkill, DD Verni, fue como volver a los 80s.