En Un Dia Como Hoy

2 de agosto

2 de agosto, 1986-Peter Cetera comenzó una temporada de dos semanas en el No.1 del conteo pop de EEUU con el tema de la película 'Karate Kid II', 'The Glory Of Love', el que también llegó al No. 3 en Inglaterra.

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La Foto Diaria

Las Nuevas Diosas de Horus

Las Nuevas Diosas de Horus (Honduran Gothic Metal)

Frase de la Semana

Rockhouse, el mejor bar rockero de Honduras, localizado en la ciudad de San Pedro Sula.

LA BANDERA NACIONAL DE HONDURAS; PARTE INEVITABLE DE LA CULTURA ROCK

Me llamaba la atención escribir este reportaje desde hace tiempo, porque muchos de los rockeros y metaleros que conozco de mi país, no se sienten orgullosos de nuestros símbolos patrios;  pero no porque no les hayan enseñado a entenderlos y respetarlos, sino porque viven decepcionados y amargados de la situación socioplítica, cortesía de los políticos, la clase más odiada de la especie humana.

Pero en la gran mayoría de los casos, aunque encuentro a muchos rockeros asegurando que este país es “pura mierda” por los problemas que tienen provenientes de las decisiones erradas y deshonestas de la misma ralea política y por otro lado, de los empresarios avorazados; se que el amor por su país surge en ciertos momentos de su vida, y no estoy hablando de cuando juega la Selección Nacional de Futbol.

Solo alguien verdaderamente deshumanizado o despersonalizado de sus raíces y costumbres, no siente un mínimo de orgullo patrio en momentos particulares de su vida cuando le toca o decide representar sin que nadie se lo pida, de donde proviene.



Y el hondureño aunque psicológicamente es considerado como acomplejado desde hace siglos por el sometimiento de la corona española y otros factores sociológicos, la verdad es que nada ha podido arrebatarnos ese amor genuino hacia Honduras y todo lo que abarca, considerando que tenemos tanto y tanto de que sentirnos orgullosos.

Y cuando alguien ofende nuestro país injustamente, saltamos a defenderlo.

Como observadora y protagonista de la escena rock en una parte desde inicios de los 80s en Honduras; soy testigo de cómo al fan del rock nacional desde antes de dicha década (por comentarios de mis entrevistados de la vieja guardia), le ha costado aceptar primero y asimilar realmente después, el rock hecho en Honduras.



Por eso fue que hubo grupos que en los 80s se tardaron en hacer su música original un poco y por eso es que en la actualidad a pesar de la efervescencia que hay de música inédita y que ya está incorporada a una cultura informal; abundan las bandas de “covers” y bandas tributos y varios ganan bien o notablemente bien de ese trabajo.

Esto lo menciono porque forma parte de una parcialidad generalizada del gusto del hondureño con afición por el rock, un fenómeno que no se puede ocultar y que por el que nadie se disculpa: la gente sigue prefiriendo la música de afuera.

Por supuesto que esto no nos hace ingratos con nuestra identidad ni tampoco nos hace ignorantes, pero si refleja el poderoso efecto que tiene la música y la cultura anglosajona en nosotros y lo que sí es cierto, es que hay que controlar esa tendencia para evitar que nos nuble los sentidos y nos robe la oportunidad de disfrutar intensamente de lo bueno que se produce en nuestro rock.



No significa que debamos apoyar todo lo que es rock hondureño solo porque sea hondureño; cada quien tiene su propio derecho de escoger que bandas paga por ver, que bandas escucha en la radio en programas que apoyen el movimiento, que camisetas, discos y demás mercadería de bandas nacionales adquirirá.

Pero el preferir el rock de afuera ha sido una marcada característica nuestra que por fortuna, poco a poco se ha ido difuminando y nos coloca en una nueva plataforma sociológica.

Gustar, disfrutar y consumir rock hondureño es en sí, un acto de patriotismo.

Ya hasta se volvió “cool” escuchar rock hondureño y por ende es tomado en cuenta en programas de novedades y en noticieros en la televisión, en actividades comerciales, culturales y sociales, apoyarlo a través de competencias de bandas, usar sus canciones en películas de televisión y de cine locales, sacarlo en las páginas de entretenimiento de los diarios, etc.



Nilo Espinal, cantante de Diablos Negros, cantando enfrente de nuestro pabellón nacional.

Y esto ha contribuido a que la identidad nacional de los jóvenes, adolescentes y adultos aficionados a esta música, se haya enriquecido y crecido.

Por eso no me extraña para nada, lo que voy a mostrar en este reportaje apenas en una pequeña parte.

Es un hecho si asistimos a la escuela pública o privada en Honduras, que desde niños nos enseñaron a respetar y valorar los símbolos patrios no solo en clases, sino que en actos cívicos, desfiles del día de la independencia, exposiciones en las escuela y en el centro de todo esto, ha flameado nuestro hermosisímo Pabellón Nacional blanco y azul.

El éxodo de tantos hondureños al extranjero ha viralizado la imagen de nuestra bandera, la que puede verse en muchisímos accesorios y prendas para personas de toda edad, que están sobre todo en línea.



Una pulsera con los colores de la bandera hecha en EEUU.

Esto de alguna forma, ha incentivado el amor por la memoria de Honduras en medio de la ironía de una manía que tienen muchos hondureños, que cambian el acento y adoptan el del país que habitan o al menos intentan hacerlo, al poco tiempo de vivir fuera de nuestras fronteras.

Pero a pesar de esa paradoja, vemos hondureños que en Estados Unidos hasta pintan su carro como nuestra bandera, vemos reinas de belleza con vestidos basados en el pabellón nacional, murales y cuanto más!

La bandera, el escudo nacional, nuestro himno nacional, la guara, el pino, la orquídea brassavola digviana, el venado;  tienen una fuerte carga de símbolos relacionados con ideales y valores.

Al analizar la esencia de los símbolos patrios podemos encontrar aciertos y desaciertos.



Un compatriota de Nueva Jersey pintó su camioneta como nuestra bandera nacional.

Son necesarios en todo país que construye su concepto de nación, y Honduras no escapa a esa hipótesis.

Pero particularmente los nuestros conllevan a la reflexión incluso a replantear su vigencia en la sociedad actual.

En las franjas azules de nuestra bandera, esta plasmado el cielo hondureño con ideales de amor fraternal, justicia, lealtad, fraternidad, fortaleza,  y valor, además de los océanos Atlántico y Pacífico que bañan nuestras costas.

Y la franja blanca simboliza la meta adonde deben dirigirse las acciones del patriotismo, pureza, integridad, fé, obediencia, paz, firmeza y bondad.



Pero lo que es un hecho, es que los símbolos patrios en general cuando se institucionalizan, pierden sentido.

Lo que es seguro es que cada uno de ellos tiene un origen histórico a partir de hechos concretos y fijan en la mentalidad de la ciudadanía, ciertos valores que son del interés del grupo que detenta el poder en un determinado momento histórico.

Son estímulos emocionales que conmueven a la gente y tienen dos polos: uno es ideológico, que evidencia valores y normas que rigen una sociedad, y el otro es sensorial, más dado a cargas emotivas y de deseo.



El monumento Juana Laínez de Tegucigalpa se reconoce por su bandera hondureña en su cima.

Por tanto, estos símbolos patrios pueden influir en el pensamiento, modificar actitudes y emprender acciones y pueden generar nostalgia, reavivar recuerdos y encender emociones variadas.

De hecho, hay gente dispuesta a arriesgar su vida por ellos.

Pero seamos realistas, lo que representa la bandera nacional de Honduras es una utopía y solo se repite en palabras rimbombantes el Día de la Bandera o el 15 de septiembre en los actos protocolarios del gobierno.

Pero cuanto de lo que representa nuestro pabellón nacional realmente se cumple?



Hay reinas de belleza o modelos que se han hecho vestidos al estilo de nuestra bandera.

Se supone que todo lo que representa la bandera debemos de sentirlo los ciudadanos, pero como podemos, si quienes nos gobiernan nos hacen sentir todo lo contrario?

Como podemos vivir en fraternidad y lealtad si los que nos rigen nos pasan traicionando y robándonos todo?

Como pueden ellos jactarse de que vivimos en una sociedad de justicia si somos un país mundialmente famoso por su violencia?

Que fe podemos tener en nuestro futuro y de que paz podemos hablar si nos ahogan con impuestos innecesarios y toda la demás ristra de barbaridades con la que nos oprimen los actuales gobernantes mientras autoridades y fuerzas de orden público negocian con la mafia?



Los símbolos patrios como nuestra bandera se entienden a partir de una necesidad de contar con un mito fundante para lograr la idea de nación, pero contienen errores al intentar conseguir un concepto de identidad más incluyente y actual.

Por eso pareciera que los símbolos patrios han caído en desuso.

No funcionan porque no podemos generar empatía con su significado y todo país los necesita para imaginarse a sí mismo.

Si los pasamos por la crítica encontraremos una cantidad de elementos que efectivamente hablan de forma poderosa de crear nación,  pero de alguna manera hay una disociación que se ha interpuesto entre ellos y la sociedad,  que es donde deberían funcionar.



The Trooper de Iron Maiden con nuestra bandera.

Debemos cuestionar los símbolos patrios, no al punto de decir que son inútiles, sino para convertirlos en un espacio de reflexión: ¿sirven para reconstruir el alma de nuestra sociedad?

Esa es una buena pregunta que estoy segura que se hacen todos aquellos pensadores que de verdad aman a Honduras.

Varias de las bandas de metal y rock hondureñas han enviado potentes mensajes de protesta en este sentido a su manera, en sus composiciones originales.

Y a pesar de que saben que por causa de las miles de decisiones equivocadas y acciones demagógicas que toman la gran mayoría de los gobiernos locales y el apoyo que reciben de empresa privada sin sensibilidad social y prensa comprometida, no dejan de sentir apego por nuestro pabellón nacional.



Nuestra cultura rockera y metalera ha adoptado este símbolo patrio desde hace mucho tiempo.

Saben muy por dentro que la bandera de Honduras nada tiene que ver con que los que tienen a cargo las riendas del país, no cumplan con todo el sublime idealismo que se depositó en la misma, cuando fue creada el 16 de febrero de 1866.

Y por eso tanto los músicos de rock como los seguidores catrachos de este género, le rinden tributo a la bandera de su país en ocasiones especiales para ellos, lo cual es un indicativo de que los hondureños aun tenemos satisfacción de ser oriundos de este espectacular,  pero mal administrado y asesorado país, que como dice la canción “Todo Está Aquí.”

Eso es algo que como observadora e investigadora de la escena rock local, he captado sobre todo en el Nuevo Milenio; las cuantiosas muestras de orgullo hibuerense de los rockeros de nuestra patria.



Carnívora, banda de brutal death metal, se despide con nuestra bandera en un concierto en Nicaragua.

Cuando varias bandas de rock y metal salen a tocar a los países vecinos o más lejos; llevan su pabellón nacional y lo sacan al terminar su presentación cuando son aplaudidos por el público asistente o lo tienen siempre cerca quizás colocado en algún amplificador o colgado de algún lado.

Esto obviamente no es obligatorio para nadie, lo hacen aquellos grupos que sienten la necesidad de declarar que el talento que otras audiencias verán, es netamente hondureño a través de exhibir nuestro pabellón nacional, que por cierto es absolutamente hermoso y es reconocible a leguas, porque no hay ninguna bandera extranjera que se le parezca.



La banda de death metal Blasfemia desde los 90s se hace acompañar de nuestra bandera en sus shows internacionales.

La veterana banda de death metal Blasfemia, desde que comenzó a salir a tocar a Centroamérica a mediados de los 90s, no ha dejado de llevar consigo la bandera de Honduras, la cual sin falta, enarbola al final de cada show, aunque a veces la han situado en sus aparatos de audio mientras tocan.

Blasfemia incluso en sus dos giras por la República Mexicana organizadas por el promotor hondureño Roberto Elvir, han mostrado a los fans del metal extremo aztecas, el orgullo que sienten de ser de la cuna de la civilización maya.

Jacko Amaya, guitarrista y fundador de Blasfemia manifestó que “para ellos portar la bandera hondureña adonde quiera que vayan a tocar, les produce una sensación de patriotismo que no sienten con mucha frecuencia.”



Blasfemia en Nicaragua después de un concierto muestra nuestro pabellón al lado de la bandera del país anfitrión.

Pero que aun así “cuando tocamos fuera, tratamos de dar lo mejor de nosotros y por eso es un orgullo cuando vemos a la gente satisfecha y clamando a la banda por su nombre; salir a darles las gracias por su apoyo, con la bandera de nuestro país, Honduras.”

Nuestro pabellón nacional ha sido flameado por Blasfemia en conciertos en los que han participado en México, Guatemala, El Salvador, Nicaragua, Costa Rica y Panamá.

La banda de deathcore capitalina Crows Crown, cuando representó a Centroamérica en la competencia de bandas de cada país del festival Wacken Open Air en Alemania en el 2016; se sintió eufórico de poder salir a agradecer la excelente acogida que les dieron en su toque,  con la hermosa bandera azul y blanco.



Crows Crown paseó nuestra bandera nacional en todo show que dieron en Europa.

La misma tuvieron la satisfacción de cargarla con total respeto en cada uno de los conciertos que dieron en su gira por Europa Oriental, lo que incluso le dio la oportunidad de que los que desconocían a nuestra patria, ahora saben dónde está y como es su máximo símbolo patrio.

Ahorita que anduvieron en una gira centroamericana, pasó lo mismo y aun les toca tocar en Belice en noviembre; y hasta allá se irá nuestro pabellón.

Esas fotos de Crows Crown con la bandera catracha fueron vistas en muchos países del mundo a través de las redes sociales.



Vendetta adaptó nuestra bandera con su logo.

La banda de metal extremo Vendetta a raíz de sus participaciones internacionales, diseñó un arte de la bandera hondureña en negro con su logo en forma de V en medio de las cuatro estrellas, sustituyendo con el mismo a la quinta estrella azul.

Para la banda eso no es ningún irrespeto; al contrario es una demostración de amor al símbolo patrio de su país, por el que pasan dando la cara en sus canciones de protesta.

Delirium en el 2016, sacó a circular una camiseta de su canción “Años de Cizaña” de 1994, usando parte de la letra de la misma pero con el concepto del pabellón nacional.

Lo singular de esta camiseta,  es que es la primera camiseta rockera hondureña realizada por una banda catracha,  con los colores de nuestra bandera: azul y blanco, lo que sin duda, hace de esa prenda, una de gran identidad nacional.



Delirium en el 2016 sacó una camiseta de Años de Cizaña decorada con nuestra bandera cinco estrellas.

Y los segundos en hacerlo fueron los thrasheros de Arsenal de Odio, ya que en el 2017 lanzaron una camiseta con una caricatura de ellos mismos, algunos fans borrachos,  alguna groupie y su mascota, el hada de las birrias al frente y una estrofa de una canción detrás.

La prenda va impresa en azul y blanco por ambos lados y es una oda a su canción “CATHRASHERS”  (GATOS THRASHEROS), el que pronunciado en inglés,  guarda un cierto parecido con el término CATRACHOS.



Arsenal de Odio elaboró una pintosa camiseta con los colores de la bandera catracha.

Cuando Delirium fue a representar a Honduras al festival Siembra y Lucha 2013 en Costa Rica, en vez de llevar el pabellón nacional; se hizo acompañar de una bandera azul con el nombre de su banda delineado en blanco, para representar el pabellón nacional.

Digamos que quisieron lucir de forma diferente el distintivo de ser catrachos y dicha bandera también fue llevada ondeando en la oscuridad,  por su cantante Elías Espinal, cuando a la banda y a todos los miembros de su excursión al festival, se les quedó el transporte en la carretera y tuvimos que recorrer una distancia a pie de noche.



Elías Espinal, cantante de Delirium flameó la bandera del grupo con los colores nacionales en el festival Siembra y Lucha en Costa Rica.

Para el concierto de Barón Rojo en Tegucigalpa en noviembre, 2017, en el que Delirium fue telonero en el Centro de Convenciones del Hotel Plaza San Martin; un grupo de fans de Delirium, llevaron una bandera con la imagen de su disco Xibalba en la que prevalecían los colores azul y blanco, representativos de nuestro pabellón nacional.

Una forma hermosa de mostrar respeto y apoyo por la banda, nuestro símbolo patrio y nuestra milenaria cultura maya.



Fans de Delirium los homenajearon con una bandera de su disco Xibalbá con los colores de la bandera en concierto de Barón Rojo.

En la década de los 90s, la banda premiere del thrash metal en Honduras, Trauma, para sus reportajes de prensa, se fotografió debajo del pabellón nacional que hay en la cumbre del monumento Juana Laínez en Tegucigalpa, como una muestra de su profundo sentir de ser hondureños.

El único inconveniente de hacer eso, fue que al baterista Oscar Rodríguez (Yuca) le dio vértigo porque la banda se posicionó frente al mero borde del monumento para aparecer con el pabellón detrás.

Cuando la banda de rock alternativo capitalina Ecos de Dioses, radicó por unos años en el Distrito Federal a fines de los 90s e inicio del nuevo milenio para intentar hacer una carrera en la música allá; su vocalista Sócrates Rivera salía a cantar para los mexicanos, arropado con nuestra bandera al momento de cantar la canción “Estos Días (Katracho)”.



En los 90s, la banda de thrash metal Trauma honró al pabellón nacional al hacerse esta foto en el monumento Juana Laínez.

Esa rola tiene un coro vigoroso que dice “Yo soy Catracho!” que levantaba olas de entusiasmo tanto en México, como en su país, durante sus conciertos.

Considero que es la canción de rock hondureña más genuina en el sentido del patriotismo, de ese espontáneo, no motivado por campañas publicitarias cómo las que están tan de moda,  ni por intereses particulares.

La banda de death metal capitalina Perturbación fundada por dos integrantes originales de Blasfemia; como toca con frecuencia en Centroamérica; estuvo circulando con un afiche en el que aparecían con el pabellón detrás y con el nombre de Honduras debajo de su fotografía.



Sócrates Rivera de Ecos de Dioses salía a cantar la canción Estos Días (Katracho) en México vestido con la bandera hondureña.

Lo mismo Delirium para sus afiches recientes de su festival Megametal, coloca su logo de calavera con la bandera hondureña encima de la misma.

Y ejemplos como esos abundan en los diseños de afiches de conciertos de rock y metal nacionales, es una forma de mostrar respeto por la tierra donde tenemos pegado el ombligo.

Pero el hecho de mencionarlo es especial para mí, porque el que las bandas y ciertos organizadores de conciertos, tomen en cuenta ese detalle, es un detalle que dice algo de nuestra cultura rock: que no estamos vendidos a lo foráneo del todo, como suele decirse del hondureño promedio; y prueba que en la última década y media, nuestro nivel de apreciación de lo nuestro se ha incrementado más de lo que queremos aceptar.



La banda de death metal Perturbación se promueve en Centroamérica con nuestra bandera.

Esta aseveración responde precisamente a todo el tiempo (décadas) que tengo de escuchar y ver como los músicos de rock nacionales,  creían que solo tocando “covers” serían tomados en cuenta por el público, a que en el fondo despreciaban la música original por la terrible desculturización, cortesía de los medios de comunicación y la sociedad de consumo y su falta de identidad los hacía creer que solo lo hecho en Estados Unidos y Europa servía.

Pero aclaro que cuando hablo de identidad, no sugiero que todas las líricas de las canciones deben ser en español.

Hay personas en Honduras que consideran que si las bandas de rock hacen música con letras en inglés, es que están “agringadas” y que solo les interesa pegar “afuera”.



El logo del festival Megametal de Delirium incluye al pabellón nacional hondureño.

Y aunque eso no deja de ser una ventaja, el cantar en inglés siendo hondureño; no significa que una banda que componga en dicho idioma, reniegue de su origen ni de su lengua, sobre todo si sus letras son reflejo directo de nuestra realidad o del mundo.

Otra particularidad del uso de nuestro pabellón nacional es que los fans lo lleven a conciertos locales o internacionales de sus ídolos del rock y el metal para proyectarse como fans de Honduras.

A veces lo que exhiben es la bandera de Honduras, pero otras veces los que quieren quedar mejor con sus artistas; mandan a elaborar o ellos mismos crean banderas con los colores patrios y las estrellas, junto al nombre o el logotipo de su artista (s).



En el concierto de Guns & Roses, encontré a Nilo Espinal, a su novia y amigos con la bandera de Honduras antes de entrar al evento.

El caso es que el fanatismo y el patriotismo cuando se combinan en el rock; arroja resultados realmente bonitos y emotivos.

He escogido muchas fotos de este tipo de detalle para este reportaje y todas cuentan historias diferentes, cada una lleva su euforia, su ilusión, su magia.

Los fans las llevan no solo a conciertos en Centroamérica, sino que en Estados Unidos y a festivales de metal europeos en diversos países como Bélgica, Francia, España, Holanda, España, Checoslovaquia, etc.

Yo que no soy aficionada a andar cargando banderas de mi amado país; me dejé tomar una foto frente a nuestra bandera ondeando en mi tienda de campaña en mi primer campamento en un festival europeo, en Graspop Metal Meeting 2008 en Dessel, Bélgica.



En mi primer campamento metal europeo, posé frente a nuestra bandera en Graspop 2008 en Bélgica

Cuando pregunté cual era la motivación para hacer esto fuera de Honduras al ver a sus ídolos, me dijeron que no había cosa mejor que combinar la pasión del rock con el orgullo que se siente de ser hondureño, en medio de todas las adversidades que vivimos como tales.

“Es una manera de dejar una marca ante gente de tantos países que llegan a ver a las bandas que aman y es bonito sentir que por dos o tres días, uno forma parte de una comunidad metalera internacional haciendo por ese breve tiempo, lo que nos une a todos: vivir la música intensamente,” me dijo alguien más.

Jacko Amaya, que fue uno de los dos primeros fans del metal hondureño que decidió viajar hasta Europa a presenciar un festival grande en el 2002; está acostumbrado a llevar la bandera hondureña a toda cruzada rock a la que asiste, dentro o fuera de Centroamérica, ya sea que vaya como fan o a tocar junto a una banda internacional con su banda Blasfemia.



Un veterano viajero de festivales de metal, Jacko Amaya de Blasfemia, con nuestra bandera en el Barcelona Rock Fest 2017.

Y hasta tiene su propio álbum de esas fotos llamado “Tu Bandera” en su perfil personal y es probablemente el metalero hondureño que a más y diferentes festivales de metal ha concurrido, porque viajar por ver su música en vivo, es parte de su pasión de vivir.

Me atrevo a decir que Jacko fue el que inició el gusto por aventarse a ir al otro lado del charco a ver a las bandas de nuestros sueños, algo que él comenzó a inicios del nuevo milenio por iniciativa propia, lo que fue secundado primeramente por un amigo de él y luego por otros.

Jacko además ha logrado que varias bandas famosas,  le autografíen el pabellón nacional en los “meet & greets” para los que hace fila a veces por una o dos horas.

Lo bueno es que por ser buen administrador, siempre puede darse el lujo de viajar lejos sin quedar endeudado.



Jacko esperando que Queensryche le firme su bandera hondureña en un festival europeo.

Las anécdotas de sus travesías son muy entretenidas y aunque Jacko no es de esos patriotas enardecidos y tiene muy clara la verdad sobre el país por su profesión; no deja de sentirse muy feliz cada vez que saca la bandera azul y blanco para decir: “Honduras presente!”.

Que refrescante saber que existen hondureños productivos y exitosos que levantan nuestro pabellón nacional por algo que no sea el futbol.

Recordamos que la prensa salvadoreña hizo circular una foto de puros fans hondureños frente a la bandera azul y blanca para el concierto de Slayer en abril, 2017 en San Salvador, porque se dieron cuenta que andaba una buena cantidad de catrachos en el público y quisieron hacer de ese hecho, parte de la historia de ese magnifíco concierto.



Hondureños con su bandera personalizada de Slayer en el concierto de la banda en El Salvador,  fotografiados por la prensa.

UN CASO ESPECIAL DE BANDERAS PERSONALIZADAS

Pero en esto de las banderas personalizadas de bandas de rock, existe un fan de San Pedro Sula, que tiene como banda favorita a Judas Priest y fue en el concierto de estos en Bomb Factory en Dalla, Texas, el 28 de abril, 2018, en donde gracias a su bandera hondureña personalizada para ellos; tuvo la que ha de ser su mejor experiencia en conciertos hasta ahora.

“Me gusta llevar una bandera de Honduras con el logo de la banda cuando salgo a conciertos fuera del país y en el caso de Judas Priest, agregué el apellido del guitarrista Glenn Tipton, en solidaridad con el por la enfermedad que padece el (Mal de Parkinson), que lo hizo retirarse de la banda.

Me fui a primera fila y luego de que interpretaron Living After Midnight, la banda se despidió del público y fue cuando lancé la bandera a Glenn, quien la tomó y la extendió a la gente junto a Travis Scott y Andy Sneap.

La mejor banda de todos los tiempos flameó nuestro pabellón nacional.”  (ver video de ese gran momento).

https://www.youtube.com/watch?v=W_E8G6HIG7w&feature=share

La bandera de Honduras también ha sido implementada en camisetas y logos rockeros combinándolos con otra simbiología del género.

La verdad se mira sensacional.



Uno de mis artes para mis afiches de promoción de programas de radio dedicados al rock nacional.

Yo misma lo he hecho en algunos de mis afiches, cuando presento rock nacional en mi programa radial Collection de Rock & Pop de Emisoras Unidas de Honduras, particularmente los de mi resumen anual de rock y metal nacional.

En afiches de conciertos eso se aplica a veces y se mira hermoso.

Pero hay una señorita capitalina que adora a Metallica,  que ha hecho el mejor trabajo en asegurar diseños atractivos con un toque agresivo en afiches, prendas de vestir y banderas, en este estilo.

ESTEFANÍA AGUILAR, PRESIDENTA DEL CHAPTER
AND JUSTICE FOR HONDURAS METALLICA HONDURAS

Estefanía Aguilar es una emprendedora y atrevida amante del metal, sobre todo de Metallica, que dedica parte de su tiempo libre a manejar el primer club de fans de dicha banda avalado por ellos.



Uno de los artes del fan club hondureño de Metallica.

El nombre de la chava se volvió viral con medios de comunicación y redes sociales enfocándose en ella y su actividad con el fan club, a raíz de que pudo conocer a dos de sus héroes de Metallica en el meet and greet previo a su concierto en Ciudad Guatemala el 3 de noviembre, 2016, oportunidad que se ganó en un sorteo hecho por la organización del show, a raíz de que compró su boleto.

De este encuentro salió la bulla de que Metallica podría venir a Honduras a tocar si se reunían suficientes personas que firmaran una petición, para estimular a inversionistas a invertir en un show de la fastuosa banda, que cuesta casi 4 millones de dólares.



Logo oficial del Chapter And Justice for Honduras de Metallica, incluye nuestro pabellón nacional.

Estefanía, como toda fan, como cualquiera de nosotros, es soñadora y pensó en su momento que esto podría dar resultado; pero aunque no llegó a más la idea del concierto; para ella haber estado con sus héroes y haberles podido entregar regalos dedicados a ellos, con el pabellón nacional, es un sueño en toda su magnitud.

Radiohouse platicó con ella en noviembre, 2016 y manifestó como fue que se dio el Chapter And Justice for Honduras-Metallica Honduras # 471: “Esta era una idea que yo tenía desde hace 4 0 5 años, ya que aquí no había un chapter oficial de Metallica, como los hay en casi todos los países latinoamericanos.

Desde el 2013 comencé a contactar amistades que fueran fans de la banda y en marzo, 2016 nos convertimos en fan club oficial o como los llama Metallica “oficial chapter”.



Estefanía Aguilar, presidenta del club de fans de Metallica Honduras,con el bajista Robert Trujillo.

El hecho de haberlos conocido para Estefanía fue un regalo del cielo, porque como dijo en esta entrevista con Radiohouse: “Lloré mucho de la felicidad, y tenía que hacer algo por el chapter también.

“Tenía que decirle a la banda que en Honduras hay muchisíma gente que los sigue, y casualmente Lars habló de eso en conferencia de prensa en México cuando mencionó a Honduras, como uno de los países en los que aun no tocan y que les gustaría visitar.”

Al preguntarle como fue el encuentro en el “meet & greet”, la joven que trabajaba en el área de educación y es bloguera de Freelance Honduras, manifestó: “A Robert Trujillo (bajista) le encantó el logo de nuestro club y luego Lars al saber que era hondureña, se sintió interesado y se acercó para saber más.



La bandera de Honduras personalizada para Metallica fue un regalo de Estefanía para ellos.

Les dije que tenían que venir a Honduras y el dijo: “Invítennos y vamos.”

Les llevé regalos de Honduras, bufanda, gorros, pulseras, botones del chapter, la bandera Metallica de Honduras y a Lars le entregué un brazalete maya para su esposa.

Lars Ulrich se emocionó tanto con los regalos que le dijo en broma: “Sabes? Mejor me llevo tu bolsa, porque parece que no tiene fondo.”



Lars Ulrich, baterista de Metallica, complacido con la bufanda con la bandera hondureña.

Gran piropo para Estefanía, porque hizo clara alusión a la generosidad de ella en llevarles regalos personalizados con el toque de nuestro pabellón nacional y hasta uno basado en nuestra cultura maya.

Todos los regalos les gustaron, pero parece que la bandera fue el obsequio que más les gustó y Estefanía tuvo el momento de su vida, cuando le dijo a Lars que mirara su dedicatoria para ellos; y el la leyó, le dijo que era muy dulce y le dio un gran abrazo.

Estefanía afirmó a Radiohouse: “Siendo fan de Metallica desde hace más de 16 años, todo esto ha sido una experiencia increíble, alucinante, brutal y espero que más hondureños puedan vivirlo.”



El papá del difunto bajista de Metallica, Cliff Burton, contento con su camiseta del fan club catracho de Metallica.

Desde esa gran experiencia el Chapter And Justice for Honduras Metallica Honduras celebró su primer gran encuentro en Cien Años de Tegucigalpa, en marzo 2018 decorando apropiadamente el lugar, mandó a hacer sus camisetas con la calavera, la bandera de Honduras y el logo de la banda y pasan pendientes de todo lo de la banda y hacen posible que sus afiliados puedan obtener mercadería original y local de la banda.

Pero creo que la mercadería más preciada es la local, porque esa solo los catrachos la andan y representa su vivo por la banda de thrash metal más grande de la historia.

Y por otro lado, Estefanía envió de regalo al padre del desaparecido bajista de Metallica, Cliff Burton, un escudo en madera con el logo de la banda, el nombre del músico y el nombre del fan club hondureño,  realizado por las expertas manos de Artesanías Rockeras de Honduras y además, la camiseta oficial del chapter hondureño.



Jason Newsted, ex bajista de Metallica, recibió de regalo en EEUU, la bandera hondureña personalizada para su ex banda.

El señor Ray Burton posó feliz con ambos regalos y en su camiseta, lucía nuestro hermoso pabellón nacional.

En enero, 2018, el ex bajista de Metallica, Jason Newsted, a través de unos fans hondureños en un evento particular; recibió un escudo de madera personalizado con el nombre del chapter catracho y la bandera hondureña de Metallica firmada por quienes se la llevaron, como un recuerdo de que a pesar de que nunca han venido a tocar aquí y el ya está fuera del grupo, en Honduras también existe la pasión por esta banda.

Felicitaciones para Estefanía Aguilar, quien de verdad ha sabido poner en alto el nombre de Honduras a través de su amor por Metallica y ha hecho brillar nuestras cinco estrellas azules.



Adrián Barilari, cantante de Rata Blanca, con nuestra bandera al final del show sampedrano de la banda en 2016.

Otro detalle bonito que se ha venido practicando en los conciertos de rock internacionales realizados en Honduras, es hacer posible que los artistas visitantes, puedan despedirse de la audiencia que acude a verlos, con la bandera hondureña.

Desconozco quien fue el primero en hacerlo; y si esto se dio en los 90s o en el nuevo milenio, pero lo que si es cierto, es que cada vez que esto sucede, estalla el júbilo entre los presentes y el ambiente se carga de gritos, silbidos y aplausos.

Este detalle es motivo de total emoción y los artistas no se hacen de rogar.



Quiet Riot alzó la bandera hondureña en su show del 2006 en el Coliseum Nacional de Ingenieros.

Bandas como Rata Blanca, Quiet Riot, Therion, Primal Fear, Epica, Maná, Destruction, entre otras, han saludados a sus fans con nuestro pabellón más que nada despúes de su concierto, y a veces desde el aeropuerto si alguien se las entrega.

A veces los artistas lo hacen con las banderas hondureñas personalizadas con el nombre de sus bandas, con sombreros con la bandera de Honduras como sucedió con el vocalista de Mago de Oz, Zeta, en San Pedro Sula en mayo, 2018 y esto tiene resultados sensacionales, porque la gente lo siente intensamente en su corazón.

Creo que nada puede ser más especial para un fan, que ver al artista que ama y admira, cargando el máximo símbolo patrio de su propia patria.



Axl Rose, cantante de Guns & Roses en el 2010, extendió nuestro pabellón nacional, creyendo que era la bandera salvadoreña.

 

Pero esto también puede ser motivo de confusión a veces, lo que puede causar el regocijo y la risa de los hondureños, pero no así de otros.

Famoso es el caso del concierto de Guns & Roses en San Salvador, el 11 de abril, 2010, en el que un catracho le pasó al vocalista Axl Rose la bandera de Honduras y este la extendió a manera de saludo, creyendo que era la salvadoreña y el hecho molestó mucho a los salvadoreños y con justa razón.

Axl Rose ahora se encarga de analizar bien la bandera de los países a los que va, para no cometer el mismo error.



Testament en Peppers de San José de Costa Rica mostró nuestra bandera, no sabemos si por error.

Y está el caso del concierto de Testament junto a Cannibal Corpse en San José de Costa Rica en noviembre, 2015, en el que un fan hondureño le hizo llegar la bandera de Honduras a Testament al mero final y ellos la extendieron y saludaron con la misma.

Lo que no se es si se dieron cuenta de que no era la bandera del país anfitrión, porque en esa ocasión, todos los presentes apoyaron el gesto.

Pero si es gratificante algo tan sencillo, pero tan simbólico como eso para uno de seguidor del rock; es algo que no puede expresarse fácilmente.



Tsidekenu en el Megametal 2015 San Pedro Sula, sacó la cinco estrellas al terminar su participación.

Además, a veces los músicos de rock nacionales exhiben nuestra bandera nacional en sus actividades locales, porque de verdad les brota el amor por su país.

Un caso de esos es el de la banda de metal blanco Tsidkenu, que para un Megametal en San Pedro Sula, se despidió de su público portando el pabellón.

Y el guitarrista de la banda de black metal Engendro, Cristhian Sarmiento, cuando salió a protestar por la injusticia social de este gobierno; se sintió orgulloso de hacerlo portando la bandera azul y blanco.



Cristhian Sarmiento, guitarrista de Engendro e Ixkal, en una protesta ciudadana, se hizo acompañar del pabellón nacional.

Y de esa manera, hemos podido exaltar como la Bandera Nacional de Honduras ha sido glorificada por los fans del rock y las bandas de rock de la patria de Morazán, de una manera bella, emotiva, dignificada e inolvidable.
Así vale más la pena decir: “Tu bandera!”



Catrachos que asistieron al concierto de Enrique Bunbury en Antigua Guatemala en 2016, llegaron bien representados.



Los fans catrachos de Guns & Roses en San José de Costa Rica, demostraron su afecto a través de nuestra bandera.



Los fans de Iron Maiden personalizaron hermosamente nuestra bandera al ir a ver a su banda a Costa Rica.



Los catrachos representaron a la banda Dimmu Borgir en nuestro pabellón nacional al irlos a ver a San Salvador.



Una fan de la banda finladesa Sonata Artica llevó su bandera hondureña con el nombre de su artista al “meet & greet” de la banda en el Hotel Clarión en 2017.



Los fans sampedranos de Mayhem se pulieron con su bandera hondureña que llevaba el nombre de la banda, en San Salvador.



Enrique Bunbury fue saludado con nuestra bandera en el 2014 por unos fans en el Coliseum Nacional de Ingenieros.



Un fan catracho de Slayer representó muy bien a sus héroes,  en la bandera nacional que llevó a San Salvador en el 2017.



Estos fans catrachos saludaron a los Caifanes con su bandera personalizada en Houston, Texas.



Para el concierto guatemalteco de Metallica, estos fans llevaron nuestro pabellón azul y blanco bien caracterizado.



En San Pedro Sula, estas damitas saludaron a Mago de Oz en el 2018 con esta hermosa bandera.



Los fans sampedranos de Rata Blanca aclamaron a los argentinos con su nombre en nuestra bandera en 2016.



Este fan catracho decoró a la altura nuestra bandera con el arte del disco The Book of Souls de Iron Maiden en el concierto de San Salvador en 2016.



Maná flamea nuestra bandera en su concierto de Tegucigalpa en el 2015.



Ralph Scheepers, cantante de Primal Fear, posó con nuestra bandera nacional en el Hotel Clarion en 2016.



La banda de thrash metal Destruction saludó a sus fans con nuestra bandera en el aeropuerto sampedrano en 2016.



Rata Blanca en su concierto de Tegucigalpa en el 2012, se despidió agitando nuestro pabellón nacional.



Epica después de un gran show en el hotel Clarión, nos agradeció con nuestra bandera.



Zeta, cantante de Mago de Oz, nos hizo los honores luciendo un sombrero de un fan decorado con nuestra bandera, en el concierto de SPS de la banda.



La banda de metal sinfónico Therion agradeció con nuestra bandera. el recibimiento fastuoso que les dimos en Tegucigalpa en el 2015.



En un concierto de Iron Maiden, la bandera hondureña estuvo en primer plano.



En el show de la banda Heaven & Hell del vocalista Ronnie James Dio en Holanda, nuestra bandera lo saludó.



La bandera hondureña presente en el show de Ozzy Osbourne en festival europeo.



Entrando a Graspop 2008 en Bélgica con el abogado Mario Sabillón envuelto con nuestra bandera.



Hondureños entrando al Hellfest en Francia mostrando nuestra bandera.



Fans de la banda alemana Accept saludaron a la banda con nuestra bandera personalizada con el nombre de los teutones.



Blasfemia cuando le abrió a Amon Amarth en San Salvador en el 2013, junto con unos amigos, posaron con la banda y nuestra bandera.



Saliendo para el concierto de Testament 2016 en San José de Costa Rica, nuestra comitiva posó con nuestra bandera.



Una guapisíma fan catracha de Metallica se envolvió con nuestra bandera para el concierto de la banda en Guatemala en 2016.



Rose Rodriguez, ex cantante de Audiolove antes de salir a cantar en EEUU donde radica ahora, posó envuelta con nuestra bandera.



Nuestra bandera ondea en algún festival de metal europeo.